viernes, 15 de agosto de 2014

Corriente de la conciencia 3

Todo cambia, cambia...uf, bueno, no sé que decir en realidad. De lejos escucho Wicked Game de Chris no-sé-cuanto y su voz tan sensual, aunque ya terminó la canción. Me gusta el cover que hace HIM, es más rockero, creo. ME DUELE LA ESPALDA, A LOT., el ventilador del computador suena, mi rodilla suena, mis manos en el teclado suenan, el perro ladrando de lejos se siente, todo pasa.
Me rasco el hombro, me estiro un poco. Pienso. Me muerdo el dedo, estiro el cuello.
No quiero nada, de nada. Estoy en el estado máximo de un perezoso. Deseando estar acostado y sin saber del mundo, ojalá pudiera estar así un día, solamente un día. Que me dejaran en paz, que nadie me molestara. No me enojaría, saben. La gente es tan poco empática, supongo.
No quiero crecer. Bueno, ya crecí, pero no quiero enfrentarme a la realidad.
Quiero dormir.
No ahora, claro, pero dormir. Dormir harto.
Esto es tan banal, tan banal, que me llego a dar rabia conmigo misma.
Corte.

El dios del tiempo

Tic, tic, punto.
Manecillas, segundero, minutero y horario.
Estás colgado o en mi mano.
De sol, si fue de antaño,
pero sólo durante el día,
al marcharte la clepsidra te sustituía.
La caída lenta de la arenilla
marca un compás profundo y cauteloso,
los segundos y la vida, como pasan percibidos
ante mis ojos; mis sentidos.
Eres como un dios del tiempo que gobierna mis momentos.
Me atas y me alertas,
me despiertas y me contemplas.
Estás presente en la eternidad,
inacabada y estremecedora.
Para algunos eres casi invisible
o presente, pero con una indiferencia cotidiana no te sienten.
Yo en cambio, me sumerjo en tu péndulo cruel,
impío y sistemático,
porque envidio tu perenne naturaleza de volver y volver...


miércoles, 19 de septiembre de 2012

Confesiones de una otaku no-tan-encubierta

Pensé que él me había roto el corazón, pero no fue así. El único que rompió mi corazón fue Masashi Kishimoto cuando se le ocurrió acabar con la existencia de mi amado Itachi.
Tan imperdonable como una infidelidad.


La verdad.

Te contaría un secreto
pero temo que no me creas.
No me creerías de hecho,
si te dijera que es tan cierto
como lo que siento en este momento.
Te contaría que siempre has sido tú
y por sorprendente que parezca,
siempre, siempre fuiste tú.
Te contaría cuanto he callado
en silencio y con certeza;
ocultando el sentimiento
que poseo hacia tu esencia.
Pero callaré.
No te contaré mi secreto
porque dejaría de serlo en ese preciso momento.
Me creerás si me preguntas algo al respecto,
porque estaré mintiendo.
No te contaré que has sido siempre tú
No te contaré si he callado o no.
Porque seguiré callando esto.
Hasta que me alcance la prudencia
y no me colme de impaciencia.
Callaré. Ahora, mañana y quizás...

domingo, 16 de septiembre de 2012

Presente

Es este presente tan pacífico que me llena en absoluto. Cuesta hacer la autoreflexión y mirada introspectiva y decir "estoy bien, estoy en armonía, soy feliz..." Incluso por abrumador que parezca, todo eso puede derrumbarse fácilmente, depende de uno mismo y de cuanto nos afecta el entorno.
Me gusta ver las cosas positivamente, pensar así hace bien internamente, llenarse de regocijo, mirar hacia dentro y respirar con calma. Todo está conectado. Si algo anda mal, incluso el cuero cabelludo se resiente. Si algo amarga el día, todo afecta al final.
Mi filosofía de vida es: siempre sonreír a diario. Incluso a desconocidos, o sin motivo, o con motivo. Afrontar la vida con alegría puede que a muchos les parezca estúpido, eso es lo que, lamentablemente, hace que la mayoría de las personas olviden lo sencillo y el sentido de vivir.
No existen las casualidades, ni el destino, ni el azar. Uno traza su propio camino, y las acciones que realicemos convergen en ello.
No me importa si me dicen soñadora, ingenua o ridícula, al menos sigo soñando en algo mejor en vez de amargarme y aceptar con indiferencia lo peor.
Y seguiré haciéndolo. Porque esa es una de las maneras nobles de sobrellevar y hacer soportable la vida.
Empezar septiembre, limpia, contenta y amena.
Y que así sea, y continúe.

domingo, 9 de septiembre de 2012

viernes, 31 de agosto de 2012

Hemisferios

Estoy enferma, pero me siento vital.
Me cuido a diario para poder recuperarme lentamente en este largo proceso, sin embargo, me siento de maravillas. Creo que erradicar al "cáncer" que afrontaba mi vida, ha sido lejos, lo mejor que pude haber hecho, aunque tuve la oportunidad de hacerlo antes, en fin, todo pasa a su tiempo. Hoy será la última vez que escribo de ese tema acá; este es mi espacio personal y ya no merece ni siquiera la pena abordar una temática pasada sin ninguna importancia, más bien como dije siempre, circunstancial.
El problema de los hemisferios, me engañaron por un momento, me sentí vulnerable y muy emocional, no es mi costumbre, lo detesto más bien. Adiós a los nudos en la garganta, y de pronto, ya no se va el aire, ya no pesa el tórax, ya no se estremece el abdomen. Estoy curada del ahuevonamiento. Puedo respirar con calma y mirar hacia el pasado no tan lejano, reír un tanto y seguir como si nada.
Una tontería.
Una tontería de las cuantas que voy a cometer.
Errores de los que se aprenden. Lo importante es no volver a caer en ellos nuevamente.
Fin de la discusión.
Hemisferios, por favor, no me jodan de nuevo.