miércoles, 19 de septiembre de 2012

Confesiones de una otaku no-tan-encubierta

Pensé que él me había roto el corazón, pero no fue así. El único que rompió mi corazón fue Masashi Kishimoto cuando se le ocurrió acabar con la existencia de mi amado Itachi.
Tan imperdonable como una infidelidad.


1 comentario:

  1. Pronto hará un año que añadiste este post Parece que en verdad algo se rompió, pero para algo existe la leyenda del Fénix. Espero que este blog ranzca de entre sus cenizas y crezca y su autor(a) con él Un abrazo. Soy el cuarto seguidor.

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