Cuando dices adiós
extendiendo tu mano en el aire
yo te sonrío a distancia.
No quiero alejarme.
Tu andar te aparta,
te observo cabizbaja
Las flores de la primavera
también te extrañan.
El rojo furtivo de este frenesí
me consume poco a poco
Tus brazos, tus manos
¡Cuanto las evoco!
Ya ni tu silueta veo de lejos
Me quedé pensando
mientras te ibas con el viento
y te convertiste tan solo en un recuerdo.
sábado, 19 de noviembre de 2011
martes, 15 de noviembre de 2011
jueves, 10 de noviembre de 2011
El colmo
Y aquí estoy nuevamente perdiendo el tiempo detrás de una pantalla sin vida que da existencia a cosas superfluas mientras me pierdo la majestuosidad de la noche plena
martes, 8 de noviembre de 2011
Neruda
Soneto XVII
No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.
Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.
Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas de orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,
sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.
-Pablo Neruda-
No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.
Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.
Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas de orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,
sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.
-Pablo Neruda-
Él sabía escribir con certeza, alcanzar y rozar sutilmente trozos del amor y la verdad
lunes, 7 de noviembre de 2011
Alicaído
Esperan en estantes errantes
su uso apremiante.
De antaño los olores
de años los dolores.
Cientos de hojas
que cuentan secretos,
más que una simple historia.
Palabra tras otra
Frases que desbordan
¡Capítulos que trastornan!
Juntos se hacen compañía
esperando, esperando.
Bailan las letras,
cantando, cantando.
Torpemente les tratan
A veces les rechazan
La mayoría de las veces
los distancian.
Ridículos entes les desprecian
mejor para mí, más apremio
su existencia
Más los deseo para mí
Que sería de mi vida
si un libro no se entrometiera
Que sería de la vida
si estos no existieran.
su uso apremiante.
De antaño los olores
de años los dolores.
Cientos de hojas
que cuentan secretos,
más que una simple historia.
Palabra tras otra
Frases que desbordan
¡Capítulos que trastornan!
Juntos se hacen compañía
esperando, esperando.
Bailan las letras,
cantando, cantando.
Torpemente les tratan
A veces les rechazan
La mayoría de las veces
los distancian.
Ridículos entes les desprecian
mejor para mí, más apremio
su existencia
Más los deseo para mí
Que sería de mi vida
si un libro no se entrometiera
Que sería de la vida
si estos no existieran.
Ironías
Cuando la poesía dejó de ser suficiente para mi.
Elegí la prosa.
Sigo prefiriendo la narrativa.
Porque la poesía dejó de ser apta para mi.
Bruscamente estoy ordenando en versos
mi sincero sentimiento a lo poético
que repudié cuando me limitaron
a un nulo ordenamiento
La poesía necesita de sentimientos
que desbordan
que desbordan
Yo carezco de muchos de esos
deseos que apasionan.
La poesía antes me llenaba
La poesía a veces me entra en falta
Aunque a veces diga que no la necesita
siempre me está montando guardia.
El lado amable
Me inscribí para el voluntariado de la Teletón 2011
¿Por qué? Realmente no sé. No me mueven las razones.
Pero he descubierto lentamente en el tiempo algo que me define.
A pesar de la brutalidad y aspereza con la que puedo tratar a las personas (en broma) la mayoría
de las veces, me agrada ser amable, me hace sentir muy feliz.
Pongo el ejemplo: cosas de la Universidad, ayudar a la gente en la calle, abuelitos (se roban mi corazón), etc.
No sé porque, pero suele nacer de mi.
Recuerdo dos hechos particulares que marcan esto.
Hace dos años, acompañé a mi hermana a su universidad, y afuera de su facultad había un abuelito (tipo 80 años), sentado, llorando y realmente estaba destrozado.
Sinceramente, no pude seguir caminando y dejar eso así y me devolví a preguntarle en pos de consuelo, que le sucedía. Él me contó que había ido a cobrar su pensión como todos los meses y le dijeron que hubo un cambio de día (el venía de villa alemana a valparaíso, es harto el trayecto) y no tenía dinero para devolverse.
En realidad no la pensé mucho y le pasé $1000 para que pudiera viajar de nuevo. Él no quería aceptar el dinero, pero era yo quien no quería aceptar que me lo negara.
Luego de eso, partí con mi hermana, quien me miraba extrañada, pensando que quizás era un show lo que montaba el caballero.
Sonreí inmediatamente, porque respuesta para algo así, claro que la tenía.
Era evidente que era cierto, pienso rápido en esas situaciones.
Primero, el caballero nunca insinuó pedirme dinero, fui yo quien se lo ofrecí.
Segundo, las lágrimas de una persona, nunca mienten.
El otro hecho, fue este año, cuando fui a buscar mis nuevos lentes ópticos (soy un poquito miope)
Justo iba a comprar pan para luego ir a mi casa (era un día domingo, así que estaba con prisa)
y en eso un abuelito se me acerca para preguntarme donde quedaba el correo. Sepan que soy pésima explicando direcciones y calles, así que me ofrecí para llevarlo, tenía que enviar una carta y luego necesitaba ir a comprar a una farmacia natural, también le acompañé en su trayecto.
De verdad, no sé porque hice todo eso, el cargo de conciencia de que si lo dejaba solo y le pasaba algo pesaba toneladas.
Luego de acompañarlo, el totalmente un caballero insistió en invitarme un café e ir a conversar.
Fue realmente una buena experiencia, me contó de su vida y todo.
Al ir a encaminarlo a la micro, el señor me dejó su número telefónico porque quería seguir en contacto conmigo.
Claramente, lo guardé.
Pero no lo llamé.
Creo que hay cosas que simplemente deben quedar así.
Forzar otras situaciones me parece complicado y me incomoda lo suficiente.
Descubrí que soy capaz de hacer cosas de buen corazón.
Bueh, acabo de decir una virtud
¿Por qué? Realmente no sé. No me mueven las razones.
Pero he descubierto lentamente en el tiempo algo que me define.
A pesar de la brutalidad y aspereza con la que puedo tratar a las personas (en broma) la mayoría
de las veces, me agrada ser amable, me hace sentir muy feliz.
Pongo el ejemplo: cosas de la Universidad, ayudar a la gente en la calle, abuelitos (se roban mi corazón), etc.
No sé porque, pero suele nacer de mi.
Recuerdo dos hechos particulares que marcan esto.
Hace dos años, acompañé a mi hermana a su universidad, y afuera de su facultad había un abuelito (tipo 80 años), sentado, llorando y realmente estaba destrozado.
Sinceramente, no pude seguir caminando y dejar eso así y me devolví a preguntarle en pos de consuelo, que le sucedía. Él me contó que había ido a cobrar su pensión como todos los meses y le dijeron que hubo un cambio de día (el venía de villa alemana a valparaíso, es harto el trayecto) y no tenía dinero para devolverse.
En realidad no la pensé mucho y le pasé $1000 para que pudiera viajar de nuevo. Él no quería aceptar el dinero, pero era yo quien no quería aceptar que me lo negara.
Luego de eso, partí con mi hermana, quien me miraba extrañada, pensando que quizás era un show lo que montaba el caballero.
Sonreí inmediatamente, porque respuesta para algo así, claro que la tenía.
Era evidente que era cierto, pienso rápido en esas situaciones.
Primero, el caballero nunca insinuó pedirme dinero, fui yo quien se lo ofrecí.
Segundo, las lágrimas de una persona, nunca mienten.
El otro hecho, fue este año, cuando fui a buscar mis nuevos lentes ópticos (soy un poquito miope)
Justo iba a comprar pan para luego ir a mi casa (era un día domingo, así que estaba con prisa)
y en eso un abuelito se me acerca para preguntarme donde quedaba el correo. Sepan que soy pésima explicando direcciones y calles, así que me ofrecí para llevarlo, tenía que enviar una carta y luego necesitaba ir a comprar a una farmacia natural, también le acompañé en su trayecto.
De verdad, no sé porque hice todo eso, el cargo de conciencia de que si lo dejaba solo y le pasaba algo pesaba toneladas.
Luego de acompañarlo, el totalmente un caballero insistió en invitarme un café e ir a conversar.
Fue realmente una buena experiencia, me contó de su vida y todo.
Al ir a encaminarlo a la micro, el señor me dejó su número telefónico porque quería seguir en contacto conmigo.
Claramente, lo guardé.
Pero no lo llamé.
Creo que hay cosas que simplemente deben quedar así.
Forzar otras situaciones me parece complicado y me incomoda lo suficiente.
Descubrí que soy capaz de hacer cosas de buen corazón.
Bueh, acabo de decir una virtud
Ente
Yo te apreciaba como quien añora un sueño.
Yo me despertaba pensando que quizás en algún momento
tú y yo nos podríamos encontrar.
Pero claramente, en este tiempo impío
tú preferiste no andar,
y acá estoy yo, avanzando
con algo menos, con algo arrebatado.
Tú te llevaste lo que yo más atesoraba.
¿Por qué no regresas, y me lo devuelves?
Mi humanidad, lo necesita
Yo me despertaba pensando que quizás en algún momento
tú y yo nos podríamos encontrar.
Pero claramente, en este tiempo impío
tú preferiste no andar,
y acá estoy yo, avanzando
con algo menos, con algo arrebatado.
Tú te llevaste lo que yo más atesoraba.
¿Por qué no regresas, y me lo devuelves?
Mi humanidad, lo necesita
sábado, 5 de noviembre de 2011
Deseos ocultos
Deseo llorar
Deseo abrazar
Deseo besar
Deseo caminar sin destino
Deseo contarte un secreto
Te deseo a mis adentros.
Deseo golpearle
Deseo acariciarte.
Deseo ayudarte.
Deseé buscarte.
Quise encontrarte.
Quise amarte.
Tuve que entregarte
Deseo abrazar
Deseo besar
Deseo caminar sin destino
Deseo contarte un secreto
Te deseo a mis adentros.
Deseo golpearle
Deseo acariciarte.
Deseo ayudarte.
Deseé buscarte.
Quise encontrarte.
Quise amarte.
Tuve que entregarte
El contraste
Sueños y odiseas
anacrónicas y perennes
Risas y ojos distantes
posados en la nada.
La antítesis de la vida eras tú.
Porque no vivías.
Respirabas, existías.
Te habías olvidado del elixir.
Y que en esta vida
el arrepentimiento recae
por no haber disfrutado en vida
y en la muerte te espera con una bienvenida
y tú te despides de tu existencia efímera
dejando a los mortales hundidos
y tu descanso acogido
solo con el hálito de la muerte
podías conseguirlo.
anacrónicas y perennes
Risas y ojos distantes
posados en la nada.
La antítesis de la vida eras tú.
Porque no vivías.
Respirabas, existías.
Te habías olvidado del elixir.
Y que en esta vida
el arrepentimiento recae
por no haber disfrutado en vida
y en la muerte te espera con una bienvenida
y tú te despides de tu existencia efímera
dejando a los mortales hundidos
y tu descanso acogido
solo con el hálito de la muerte
podías conseguirlo.
14 de octubre, 2005
Serán años si los cuento con las manos.
Serán recuerdos pasados
ajenos y extraños
Será un cuerpo que yace
que pasa a mi lado
y sin percatarme
ya habías perecido.
Serán más de dos mil días
para otros serán eternas agonías
Para mi ahora es indiferente
Para ella será permanente
Fue un adiós breve.
Fue un querer implícito e inocente
Fue una idealización persistente.
El primer latido nunca se olvida
Las mariposas en memorias se convierten
Yo que quedo acá y la ilusión que en
el cielo descansa está
Ya puedo dar vuelta la página
La herida sana reposa
y mi corazón dispuesto a encontrar
emprende viaje para amar.
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