Yo te apreciaba como quien añora un sueño.
Yo me despertaba pensando que quizás en algún momento
tú y yo nos podríamos encontrar.
Pero claramente, en este tiempo impío
tú preferiste no andar,
y acá estoy yo, avanzando
con algo menos, con algo arrebatado.
Tú te llevaste lo que yo más atesoraba.
¿Por qué no regresas, y me lo devuelves?
Mi humanidad, lo necesita
No hay comentarios:
Publicar un comentario