Aparecían ellos en mis sueños. Mi mayor remordimiento.
Siempre serán ellos, el tema pendiente.
Algunas palabras eran las que quería escuchar.
Otras simplementes, parecían más a verdad.
El dolor.
Se transmite condenadamente a la realidad.
Toma forma.
Se transforma y manifiesta en una jaqueca incómoda.
Creo que lloré durante la pesadilla de mi vida.
Al parecer las sábanas recogieron mis cenizas.
En el sueño yo me despedía de ellos, dolorosamente.
Les decía un par de cosas que no quería, porque sabía que vuelta, no había.
"Ya no quiero saber nunca más de ustedes" articulé con dolor
Me fui lentamente por una escalera sin ver sus rostros, sin decir adiós.
Al menos - gratamente - en mis sueños pude verlos.
Porque con su regreso, ni eso pasará.
Extraño aquellos días ¿saben?
Aquellos que jamás regresarán.
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