Ellas
Sentía impotencia
Sentía impotencia
Sentía temor
No sabía que podría pasar
Eran las 11 luego las 5
Nos tumbaron
Nos insultaron
Nos interrogaron
Nos apalearon
Por un momento pensé
"Gracias a Dios vivo"
Así fue
Por un momento creí
que moriría
Pero me salvé
Pero nunca olvidaré a ellas
Aquellas muchachas de dulce juventud
De sonrisas inquietas
De movimientos sutiles de las que poco queda.
Aquellas a las que se le arrebató
más que un pedazo de vida
Una sonrisa tras otra
Y recuerdos que no se podrán reemplazar
De esas que ya felicidad no queda
Que dar vuelta la página no se piensa
Y el sufrimiento que aqueja
como una condena, sus cadenas
Una prisión de reminiscencias
Llanto y temor
Que noche tras noche es un
revivir de malas memorias
Cuando otros las tocaban con lujuria
Mientras ellas rogaban que no
Cuando las penetraban sin ternura
y ellas gritaban de dolor
Nunca podré entender por lo que ellas pasaron.
Pero hay algo que si sé:
El dolor jamás se aleja
y el miedo siempre acecha
en tus recuerdos te desespera.
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